(Tercer) Diario de una joven maniática: 79. Febril, como la carta de amor de un preso, así estoy yo...

Sobre todo...
... si tenemos en cuenta que la gravedad de un suceso puede medirse en comparación con la gravedad de otro(s) suceso(s). Vamos, que mi urticaria solar ha pasado a un segundo, tercer o incluso cuarto plano.

PEROOOOOOO...

Me he dado cuenta de que parezco una "pupas" (sin ser nada de eso yo...) y además empiezan a escasear en Google las fotos de bebés llorando/asustados/sorprendidos/acojonados.

Así que vamos a tratar el último suceso ocurrido en mis vacaciones como una alegría :) en lugar de una tragedia :( , que es lo que es.....

MODO ALEGRÍA ON:

¡Bien! ¡No sabéis lo que me ha pasado! ¡Cuántas personas pagarían por estar ahora mismo en mi piel! Es más, ¡cuántas personas pagan en clínicas de estética por lo que yo voy a tener GRATIIIS!

Como todos sabéis, la estación que va antes del verano no se llama "primavera", se llama "Operación bikini". La O.B. solamente es una excusa para poder pasarte las vacaciones a base de:

-Aperitivos varias veces al día.
-Cervezas con cada aperitivo.
-Helados (que mi padre riega con whisky...)
-Bizcochos caseros.
-La comida de mamá y las barbacoas de papá sin restricciones.

(¡Dios! ¿En serio he comido todo esooo?)

Entonces, después del verano, en lugar del otoño viene la "Operación post excesos veraniegos".

¡Pero me salto esa estación! ¡Yupiiiiii!

¿Cómo?, os preguntaréis.

Pues hacen falta algunas cosas:

-Tener unos padres obsesionados con la medicina preventiva.
-Que tu cirujana maxilofacial trabaje justo cuando tú tienes vacaciones.
-Que tu muela del juicio se considere una muela que, quizás, posiblemente, en algún caso, podría dar algún problema un día muy muy muy lejano y claro, si me pilla en un país de esos tipo Estambul (palabras textuales de la doctora), podría ser una putada (o sea, ¿que me van a quitar una muela, por si un día vivo en Estambul? ¡¡¡Me cago en mis muelas!!!).

Y es que... en qué mala hora fui a una "simple" revisión. Casi clavo las uñas en el horrible sillón del dentista cuando escuché...
-Muy bien, ya no echas líquido por la nariz. Ahora lo que queda es... ¡¡¡PROGRAMAR LA EXTRACCIÓN DE LA MUELA QUE TE FALTA!!!!

(Vaya, pues sí quedaban bebés llorosos en Google)

Vamos a ver: yo sabía que a la doctora no se le olvidaría que sólo me quitó tres de las cuatro muelas en aquel maravilloso viaje por el mundo de la anestesia general que hice en marzo. Sabía que la muela no se habría desintegrado y desaparecido por sí sola de la boca. Sabía que en algún futuro lejano, quizás en otra vida, habría que sacar la cuarta muela. Pero de ahí a que el martes (¡¡¡EL MARTES!!!) vayan a quitármela, hay un mundo... (¿soy la única PRINGADA que aprovecha sus vacaciones para ir de médicos?)

Y encima, DESPIERTA. Con una "simple" anestesia local. Que muy bien, quitará el dolor y todo lo que tú quieras, ¡pero no quita el sonido ambiente de los desagradables utensilios del dentista! Ni las explicaciones de la doctora a sus estudiantes residentes: "Ahora le voy a rajar la encía... ahora le voy a sacar la muela con estos alicates, como si fuera un tornillo que se ha quedado enganchado en la pared, ahora como cuando se os rompe la costura de un cojín: coser y cantar".

Vaaaale, "a lo mejor" no es exactamente así... ¡pero tengo mucho miedo! Así que sólo se aceptan comentarios en plan "tranquila, no es nada, te reirás de todo esto, blablablabla". Abstenerse macabros...

En fin, pues ya os contaré, porque... (léase con voz de tráiler): de la protagonista de "Cuatro análisis de sangre y un desmayo" o "Mujer al borde de un ataque de Urbasón", llega ahora...: "No sin mi muela". Estreno en los mejores hospitales el martes a las 9.30. ¡Corran! Las entradas se agotan...