Mi padre ha estado en Madrid. Unos días. En casa.
Por suerte esta vez no ha venido con brújula, como la primera vez que pisó suelo madrileño y se (des)orientaba por las calles gracias a los cuatro puntos cardinales. Esta vez se ha modernizado y... ¡SE HA COMPRADO UN GPS! El problema es que están empezando a tener una relación demasiado estrecha, tanto es así que yo, si fuera mi madre, me mosquearía un poco... Van a todas partes juntos, le ha puesto un apodo cariñoso (Tomtomita), y cuando le pregunté qué tal le iba con ella, me respondió:
-Me hace mucha compañía. Empiezo a entender a los que se enamoran de sus muñecas hinchables.
 Ahí lo dejo.
Y lo dejo ahí porque me he propuesto ser una buena hija y no airear intimidades de mi padre en público. Así que...
-No contaré que cuando vio cerveza con cannabis en el Alcampo se le iluminó la cara más que cuando me vio a mí. Ni que cogió un bote... y después otros cinco. Es muy raro ver a tu padre tan emocionado con algo así, pero más raro es escuchar sus excusas:
-¡Es para una compañera de trabajo! (...) O... ¡Es para que la mamá las pruebe!
Madre mía. Mejor no pensar en mis padres bebiendo cerveza con cannabis y diciendo tonterías. Cualquier día me piden dinero para irse de botellón con los amigotes. Bueno mira, yo mientras no dejen de lado los estudios... (Sí, parezco la madre y ellos los hijos)
-No contaré que definió la casa como "una caravana grande, muy mona, eso sí," y no contaré el susto que me metió cuando de repente, lo escuché chillar desde la ducha:
-¡¡¡LAURA!!!
-¿Quéééé?
-¡¡¡NO TE QUEDES EMBARAZADA EN ESTA CASA!!!
-¿¿¿Por quéééé???
-¡Porque no cabrías en la ducha!
Exageradoooooooo...
-No contaré que le enganché a las tapas y las cañas madrileñas. De hecho, íbamos tanto al bar de debajo de casa, que yo creo que hasta se plantearon ponernos en nómina y darnos de alta en la Seguridad Social.
-No contaré que usó mi desodorante por error (se ve que la tapa rosa no fue suficiente indicio de que era de mujer), ni contaré que se comió los espárragos de marca que persona-con-la-que-vivo guardaba para una ocasión especial.
-No contaré que se quedó mirando el interior de un armario y dijo: "aquí te voy a hacer un escondite para que guardes las cosas de valor". ¿De valor?, pensé yo. Si quitando el valor sentimental, la cosa de más valor que hay en esta casa es un billete de 20 euros... ¿O se referirá a hacerme un escondite para la tele? ¿Tendré que verla acurrucadita en un rincón oculto?
Sin embargo, sí contaré que me llevaba y recogía del trabajo todos los días (no contaré que una vez se perdió), y también contaré que conoció a toda la familia de persona-con-la-que-vivo y se llevaron estupendamente y nos reímos un montón (¡qué bien lo pasemos!) Y también contaré que le llevé a la tele, y habló con una guapísima presentadora y estaba el hombre que no cabía en sí de gozo. Ahora se cree que tiene una amiga famosa. No me extrañaría que quisiera invitarla a nuestras comidas familiares...
¡HAN SIDO UNOS DÍAS ESTUPENDOS!
Por cierto, mi muerte operación se ha pospuesto un día para alargar la agonía. El 31 de marzo es el día. Pero lo llevo súper bien, ¿eh? Sólo pienso en ello unas quinientas veces al día minuto. Se me pone una cara parecida a... 
¡Nos leemos después de la operación! Con menos juicio, pero con más salud, ea. |
