(Tercer) Diario de una joven maniática

viernes, 23 de diciembre de 2011
102. Y aun sabiendo que no estabas te busqué por todos lados...
Hay madres que, cuando sus adorables (ejem) hijas bajan del tren con su abrigo gris y su maleta rosa, se las llevan a un montón de sitios guays. A mí se me ocurren:

-La tienda de caramelos de la calle Xátiva.
-La chocolatería Valor de la Plaza de la Reina.
-Cualquier tienda de la calle Colón.

Etc.
La mía no. La mía me lleva al veterinario y al médico, por ese orden.

Lo del veterinario no es por mí, ¿eh? Vale, a veces me dicen que duermo como un lirón, o que corro como un gamo por las escaleras del metro, o que tengo los dientes como un ratoncito, o que me escondo en la almohada como un topito, o que me despierto con estos pelos:

(Sí, me dicen cosas muy bonitas)

Lo del veterinario era por mi perra. Quiero aclararlo porque cuando le he contado a un amigo que estaba en el veterinario, me ha dicho que no sabía que la sanidad estaba tan mal en Valencia.

Bien, el veterinario era un hombre peculiar. De hecho creo que ha tenido mucho que ver en el hecho de que al salir de su consulta hayamos tenido que ir directamente a la del médico.

Mientras le estaba haciendo una ecografía a mi perra, decía:
-¿Veis? No tiene pus en el útero. Os voy a enseñar un útero con pus.
No, gracias...

-Aquí está, decía pasando fotos en su Samsung Galaxy S. Cuatro kilos de pus, ¿qué os parece? Mirad, aquí se ve mejor.

...

-Tampoco tiene tumores. Mirad, os voy a enseñar un tumor enorme de un caballo.
En serio, no hace falta, Nochebuena es mañana, mi abuela hace mucha comida y a mí me estás revolviendo hasta las ideas...
-¿Veis? Es enorme, ¿eh? Mirad, mirad, esta foto es de más cerca.

-Tiene el hígado bien. Yo operé a una vaca del hígado... creo que tengo alguna foto por ahí.

A esas alturas yo ya estaba sentada, con la cabeza entre las piernas, balanceándome de atrás hacia adelante.

-Es que está malita, me justificó mi madre.
-Sí, estoy resfriada, y además no voy a poder comer en tres años.

El caso es que después del veterinario, yo parecía un zombie mareado, pálido y anémico.

-Vamos al médico.
-¡Nooo! ¡Quiero meterme en el sofá y no salir en toda la tarde!
-Y eso harás. En cuanto volvamos del médico.

El médico de Valencia es un señor muy majo. A mi padre no le gusta, porque cuando acudió a su consulta porque le dolía la espalda, le dijo:
-Eso te pasa por caminar de pie. Si caminaras a cuatro patas, no te dolería.

Y por eso no le gusta. Aunque el hombre sigue andando de pie y eso me parece muy mal porque a los médicos hay que hacerles caso siempre.

A mí me ha dicho que tengo varias cosas acabadas en -itis, me ha dado unos golpes muy extraños en la frente y en la nariz, y me ha dicho que era normal que no tuviera hambre.
-Claro, porque es que usted no sabe cómo se veía el pus en ese útero.
-¿? ... no tienes hambre por el catarro, así que, come dulces.
-¿Cómo?
-Sí, hoy puedes comer todos los dulces que quieras, porque se trata de que comas muchas calorías, y los dulces tienen muchas calorías en poca cantidad, así que... atibórrate.

Genial. Es la primera vez que me mandan dulces por preinscripción médica y no me apetecen. Así que me da igual que vengáis a mi casa con bombones, mazapanes, turrón Suchard, ensaimadas napolitanas de chocolate, brownies, magdalenas, muffins... mmmm... creo que me está empezando a apetecer algo de eso...

¡Felices fiestas, Navidades, solsticios, o lo que celebréis cada uno! ;-)
posted by LauraConChocolate @ 18:07   6 comments
¿Qué puedes hacer cuando eres una maniática crónica y tu vida da un giro de 180º? ¿Volverte loca? Bah, ya lo estaba de antes. ¿Darte cabezazos contra la pared? No, estropearía mi rubia melena. ¿¿¿Entonces??? ¡CAMBIAR TAMBIÉN DE BLOG! :)
Me he traído a las niñas :)

Name: LauraConChocolate
Home: Spain
About Me:
Ver mi perfil
Anteriores pedacitos de choco (¡sin caducar!)
Todos estos meses he comido chocolate aquí
Mis trocitos de chocolate
Powered by

Free Blogger Templates

BLOGGER